Monday, November 5, 2012

Diálogo

Hace tiempo que no escribo por aquí... Pero es hora de volver a hacerlo! Esta vez es un poema que escribí inspirada en los Encuentros Juveniles que se están realizando en el mes de Noviembre por la Soka Gakkai de Peru debido al 50º aniversario de la formalización del Budismo de Nichiren Daishonin como organización en el mismo país.  El tema a tratar de mi grupo es la importancia y la fuerza del diálogo. Espero que les guste!

(Aún no tiene título)


¿Qué mejor medio para el logro de la paz si no el diálogo?

El Diálogo. “Di-(a)-logo”

Dos logias

Un encuentro de dos

Un entrelazamiento de dos almas distintas

Una oportunidad para descubrirte

Una oportunidad para descubrirme a mí

La vía perfecta para la creación de esperanza

El camino a seguir para el cultivo de la verdadera amistad

Porque es a través de la palabra que cumplo mi misión con mi entorno

¿Sólo la palabra?

Es más que la palabra –¡es esa mirada!

Es ese brillo de los ojos donde veo tu corazón

En donde siento tu sinceridad, tu preocupación por mí

Es esa palmada en la espalda, es ese beso en la mejilla

Y es también ese abrazo musical que me das cuando me llamas para preguntarme cómo me está yendo, qué tal estuvo mi día…

¡El mundo pide a gritos esos encuentros!

Anhela esos diálogos

Los pide, los llama, pero lo hace en monólogos

Lo hace a través de apegos, de enfrentamientos…

Me asusto, no sé cómo reaccionar

No sé si salir, no sé si entrar

Yo también quiero diálogos, pero ya no puedo más

Estoy otra vez encerrada en mi monólogo

Como tú, como él, como ella, ¡como yo otra vez!

¡Como ellos! ¡Como nosotros!

Un momento.

¿Dije nosotros?

Sí. Nosotros

Nosotros.

¿Qué somos si no seres humanos?

Almas en busca de encuentros

Encuentros que nos llevarán a dimensiones más maravillosas

De ti y de mí

De tu potencial y de mi potencial

De nuestros potenciales elevados a la “potencia n”

Esa potencia que aprendíamos en el salón de clase

Cuando llevábamos matemáticas con el profesor aquel que no nos entendía

Y ahí, yo, desde mi pupitre, te decía…

Y tú sí me escuchabas

Y tú sí me entendías

¿Lo recuerdas?

¡¿Entonces por qué no volver a hacerlo?!

Eran solamente la sinceridad de mi frustración frente a la sinceridad  frente a la sinceridad de tu preocupación

Tan sinceras como la sinceridad de ahora

Como ese diálogo que empezamos a tener nuevamente ahora

Ese diálogo que yo inicié porque ya no tengo miedo

No tengo miedo porque soy un ser humano como tú

Y ambos tenemos algo idéntico, compartido

-EL CORAZÓN

¡Yo seguiré con mis diálogos de corazón!

¿Y tú?

No comments:

Post a Comment