Wednesday, February 21, 2018

Cinco años después...


Hoy revisaba mis antiguas entradas al blog, y encontré mi “Manifiesto Budista” escrito en el 2012, exactamente el día en el que iniciaba la nueva era maya. Observé varias cosas que decía: “siempre me han gustado los inicios”, es cierto, y me siguen gustando. Luego revisé mis 23 “verdades”, escritas en aquel entonces, hoy, siendo ya 5 años y 2 meses atrás. Sonreí varias veces, y después de todo ese tiempo me quedan por reafirmar 10 tal y como las escribí en ese entonces:

1. El simple hecho de estar vivo es causa de felicidad.
2. El NAM-MYOHO-RENGE-KYO es la respuesta a todo.
3. El amor es lo más bello que existe.
4. Temerle al cambio es temerle a la vida.
5. Mi felicidad es eterna porque también lo es mi fe en el Sutra de Loto.
6. Cada segundo de la vida es una nueva oportunidad para volver a empezar.
7. Sigo creyendo que cada cosa que me sucede es un regalo.
8. Aquello que creemos que no somos capaces de ser o hacer es lo mismo que nuestros miedos. 
9. Tengo una misión en la vida y esa es propagar la verdad del Sutra de Loto como lo enseñó el Buda Nichiren Daishonin.
10. El universo SIEMPRE está de mi lado, aun cuando a veces yo no me doy cuenta.

¿Alguien se identificó con alguna?

Tuesday, March 17, 2015

La Alegría de Respirar

Hace poco me invitaron a compartir una experiencia en una convención de mujeres organizada por la SGI, y entonces escribí lo siguiente.  Aunque algo distintas las vivencias que describo, en esencia es una la gran experiencia que viví y esa experiencia interna comparto a continuación.

Nací en una familia que me inculcó la fe en esta maravillosa enseñanza: el Budismo de Nichiren Daishonin del Sutra de Loto.  Agradezco a mis padres por haberme transmitido esta fe más que con palabras, con el ejemplo.  Con mucha convicción –y también con mucha libertad–  fue que me introdujeron a esta enseñanza, la cual he adquirido desde la niñez y he mantenido a través de los años porque he ido comprobando su verdad en el transcurso de mi vida.

A través de la entonación del Nam-myoho-renge-kyo, el mantra que canto diariamente para llenar mi corazón de fuerza, energía y pureza, refuerzo la idea de que mi misión en esta existencia es transmitir felicidad, enseñando a las personas que encuentro en mi camino el principio budista que afirma: la verdadera felicidad sólo se encuentra dentro de uno mismo.

Desde pequeña me enseñaron que con mi práctica budista no habría nada que no pudiera lograr. Forjé así una personalidad soñadora y un carácter luchador.  Efectivamente, iba logrando mis objetivos, pues la entonación del Nam-myoho-renge-kyo me llenaba de energía y me daba sabiduría para actuar de manera propicia en el camino hacia ellos.  Por otro lado, emocionalmente solía ser complicada.  Crecí siendo una niña irascible y caprichosa, e incluso egoísta a veces.  Sin embargo, no fue sino hasta la adolescencia que me tocó enfrentar verdaderamente estos aspectos de mí, pues mis relaciones inter-personales en todos los ámbitos solían ser difíciles.

 Fueron mis conductas inadecuadas y sus consecuencias las que hicieron nacer en mí un gran sentimiento de culpabilidad y tristeza. Sin embargo, decidí orar mucho para revertir esos sentimientos que me causaban tanto sufrimiento.  Hacía daimoku por horas diariamente y estudiaba mucho el budismo –considero que esa fue mi mejor etapa de aprendizaje budista. 

Entendí entonces que ese sufrimiento era parte de mi karma y lo que estaba viviendo no era sino la oportunidad para transformar ese karma.  Con el paso de los días, gracias a mi oración y la internalización de lo que iba estudiando del budismo, pude sentir en mi corazón esa verdad que afirma que la felicidad se encuentra dentro de mí misma. El buda Nichiren Daishonin exhorta: “Jamás busque este Gohonzon fuera de usted misma.  El Gohonzon existe sólo en la carne mortal de nosotros, las personas comunes que creemos en el Sutra de Loto y entonamos Nam-myoho-renge-kyo.”  Sentir esa verdad en lo profundo de mi corazón ha sido la mejor experiencia que he tenido en mi vida, y la descubrí cuando atravesaba un momento emocional muy difícil, gracias a que lo afronté con mucho daimoku y estudio de budismo.

Entonces empecé a aplicar mucho más las enseñanzas del budismo en mi vida.  Decidí enfocarme en el presente y sentirme agradecida por él. Sentir agradecimiento por el presente es sentir agradecimiento por el simple hecho de estar viva, valorar la vida, el instante de poder sentir, respirar, valorar lo mediato; y entender que en ese presente tengo mucho por que luchar, empezando por mi revolución humana, es decir mi cambio interior.  Después de que experimenté la comprensión de esa verdad en mi corazón, empecé a vivir una vida llena de gratitud; ello irradiaba felicidad a mi alrededor, y yo compartía esa felicidad diciendo que se debía a que yo cantaba mucho Nam-myoho-renge-kyo.  

He continuado esforzándome por mantener ese sentido de la vida, lleno de gratitud, esperanza y deseos de transmitir felicidad a las personas a mi alrededor.  Aunque definitivamente soy consciente que debo seguir puliendo las asperezas de mi personalidad.  En el camino me he encontrado con personas que me han lastimado o intentado hacerlo de alguna manera, sin embargo, mi actitud ha sido siempre orar por la felicidad de esa persona.  El Sutra de Loto enseña que todas las personas tenemos inherente a nuestra vida el estado de budeidad y por ello son dignas del máximo respeto.  Cuando siento algo negativo por alguna persona, recuerdo esta verdad y decido tomar la actitud de orar por su felicidad.
 
Me considero una persona feliz, lo cual no quiere decir que no atraviese dificultades en mi vida cotidiana, pero a pesar de ello soy feliz y cuando canto Nam-myoho-renge-kyo enfoco esa oración a la felicidad de las personas que están en mi vida, sobre todo, amigos a quienes quiero transmitir el budismo para que ellos también puedan experimentar la felicidad absoluta en sus vidas, la felicidad de la alegría y gratitud por el hecho de estar vivos y que así, ellos puedan compartir esa felicidad con las personas a su alrededor.

El 1 de diciembre del año pasado, cumplí un año de haber recibido mi propio objeto de veneración, el Gohonzon, y organicé una reunión con mis amistades a fin de compartir el budismo con ellos.  A esta reunión asistieron casi todos los amigos que invité, aproximadamente 12 nuevos amigos.  Me sentí muy contenta porque ellos pudieron conocer un poco más sobre esta enseñanza.  Así, siempre transmito este budismo a las personas con que me encuentro, y las insto a cantar Nam-myoho-renge-kyo para que puedan ser felices a través del camino de su conocimiento interior.

Mi deseo de ser parte de la felicidad de los demás y mi aspiración a contribuir me llevaron a embarcarme en un proyecto comunitario en el cual trabajo actualmente.  El año pasado, la institución en la que laboro iba a botar los libros de su biblioteca.  Estando totalmente en desacuerdo con tal hecho, le pedí a los jefes que por favor me permitieran llevarme esos libros, a lo cual accedieron sin problema.  Los libros sumaban aproximadamente 300, con lo cual pensé que tal cantidad de libros tenía que ser puesta al servicio de la comunidad, y así nació la idea de crear un espacio en el que los niños, jóvenes, y personas en general tengan la oportunidad de encontrar información y explorar temas de su interés.  A medida que pasaba el tiempo y pensaba cómo realizar esta idea, decidí que el espacio podía ser usado además para otros fines, de esa manera, es que me propuse abrir un centro cultural.  Mis padres accedieron el cederme un espacio de su casa en Villa el Salvador y con ello empecé a coordinar con un grupo de compañeros la apertura del centro.

Los días pasaban muy rápido y yo no podía hacer mucho puesto que mi trabajo en la institución para que laboro es de tiempo completo, entonces decidí que dedicaría mis vacaciones a concretar la apertura de este centro cultural.  Precisamente salía de vacaciones en diciembre, así que pude utilizar el dinero de mi gratificación y otro extra en los arreglos del espacio y comprar demás cosas necesarias.   Agradezco a mis padres que me apoyaron para realizar este proyecto así como a mi hermana y compañeros que dedicaron y siguen dedicando su tiempo en el mismo.

Después de mucho trabajo conjunto, pudimos inaugurar el local el día 22 de enero de este año.  Ese día se convirtió en uno realmente inolvidable para mí porque era la culminación de un largo trabajo preparatorio y el inicio de muchos sueños de todo lo que mis compañeros del centro cultural y yo queríamos transmitir a la comunidad.  Muchos artistas sumaron su contribución para que este evento fuera realmente exitoso: ese día hubo muralización, proyección de películas y música en vivo.  Inesperadamente tuvimos la visita del regidor de cultura y educación de la municipalidad de Villa el Salvador, quien junto a la Sra. Elba de López inauguraron el local.  Asimismo, la inauguración fue anunciada por la radio StereoVilla, en la que posteriormente nos han concedido entrevistas para difundir nuestra labor.  Por otro lado, nuestra inauguración fue transmitida también por un canal televisivo local.  Antes de la inauguración, mi papá, mi hermana, la Sra. Elba y yo hicimos gongyo y daimoku por el éxito de nuestras actividades en el centro cultural, y de tal forma es como se ha ido dando nuestro avance.

Inauguramos el centro cultural con el nombre “Casa Cultural Yuyay”, esta última palabra es un término quechua que significa “recordar”.  Decidí ponerle ese nombre por la idea de conocimiento enseñada por el antiguo filósofo Platón, quien afirmaba que el conocer no era un proceso externo, sino más bien todo lo contrario, se trataba de un recordar, un volver en sí, un re-descubrir, ver lo que ya se encontraba en él porque había estado allí siempre.  Considero que la reminiscencia platónica va acorde con las enseñanzas del budismo, que afirman que todas las verdades pueden hallarse realmente dentro de uno mismo.  Y es que la Casa Cultural Yuyay se creó para ser un espacio en el que todos, es decir, el ciudadano de a pie, pueda manifestar el arte que está inherente a él, para demostrar que éste no es algo exclusivo, sino más bien que es un modo por el cual el ser humano, en general, puede hallar una forma de expresar algo más que la realidad.  En ese sentido, considero que es una visión alineada con el budismo de Nichiren Daishonin, quien basa su enseñanza en la idea de que la budeidad no es algo exclusivo de ciertas personas, sino más bien, un estado de vida inherente al “mortal común”.

Desde que inauguramos, hemos venido realizando diversas actividades: en lo que tuvimos del verano realizamos un taller de audiovisuales en el que los niños que participaron en él hicieron su propio cortometraje con las técnicas que habían aprendido en el taller.  Asimismo, realizamos recitales y proyecciones de películas.  Este mes realizamos también un evento por el día de la mujer, en el cual hubo música en vivo, poesía y un mural en el que los asistentes pudieron manifestar sus pensamientos y mensajes hacia la Mujer. El grupo de Yuyay se siente muy contento ya que en cada visita que tenemos de un artista, este manifiesta su alegría y satisfacción por la experiencia que tienen en nuestro espacio.  Asimismo, recibimos la visita de muchos niños quienes despiertan su interés por la lectura cuando exploran los libros de la biblioteca que hemos puesto al servicio de la comunidad.

Hemos realizado un plan de actividades anual en el que cada mes se trata una temática específica, y queremos involucrar a la comunidad en la concientización de estos temas.  Nuestro trabajo recién ha empezado y tenemos mucho por hacer. Nuestro propósito de generar cambios en la comunidad a través del arte, sobre todo enfocándonos en los niños y adolescentes, no es una tarea fácil, sin embargo, nos esforzaremos para realizarlo.

Oro al Gohonzon para tener sabiduría y poder seguir trabajando de la mejor manera en este proyecto, por mantener en mi corazón el deseo de ayudar a los demás, de contribuir con la comunidad y por transmitir mucha felicidad a las personas a mi alrededor, por tener fortaleza para luchar por el kosen rufu y seguir enseñando este budismo a la mayor cantidad posible de personas.   Me siento muy agradecida con la SGI porque es gracias a esta organización que he podido aprender a canalizar las enseñanzas de este budismo de un modo que vaya más allá de lo individual, y agradezco a mi mentor, el Dr. Daisaku Ikeda porque con su amor compasivo se ha preocupado por escribir tanto para poder explicar las enseñanzas del budismo de manera comprensible al contexto actual. Mi deseo es poder reportar mis actividades a él y también volver a California, donde está mi alma mater, la Universidad Soka de América, para compartir con mis compañeros el trabajo que realizo en mi localidad en Perú.

Monday, August 25, 2014

Cultivando la Dignidad de la Vida

Hoy salió el sol en Lima, y eso, por sencillo que parezca me alegra demasiado... Me hace apreciar doblemente la vida! Hoy casi no hago mi gongyo (recitación del Sutra de Loto) en la mañana, pero me vencí a mí misma y lo hice. Hace días que quiero volver a postear en este blog que creé hace un poco más de 2 años, que por pereza lo he tenido algo o bastante abandonado, y hoy, sí! lo estoy haciendo.  
Cada post aquí ha sido muy estudiado, muy reflexionado, muy meditado, y es porque desde su creación su objetivo fue enseñar de manera sencilla a aquellos que se encuentran interesados en esta hermosa religión, folosofía, estilo de vida: el Budismo... el Budismo del Sutra de Loto de Nichiren Daishonin. Y es que justamente lo creé en una etapa muy importante en mi vida, porque descubrí muchas cosas dentro de mí misma gracias a las muchas horas de oración que me encontraba haciendo y muchas horas que le dediqué al estudio del Budismo, por eso, estos posts tienen mucho estudio mío detrás -y también experiencias.
Esta vez, que me animo a postear después de mucho tiempo, se trata de un escrito que realicé junto a mis amigos y compañeros de fe: Ynes Zamata, Karina Garayar y Rafael Abarca. Lo escribimos en marzo de este año para un evento en el que el tema principal fue la dignidad de la vida desde la perspectiva budista. Espero los dé una visión de esperanza, porque fue con ese objetivo que lo escribimos.

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Vivimos en una sociedad que se encuentra emboscada en un círculo de conflictos y carencias, lo cual para algunos suele ser una justificación de la pérdida de valores.  Frente a esto puede encontrarse personas que demuestran desacuerdo a estas actitudes, sin embargo, tal desacuerdo no es suficiente cuando no se toman acciones concretas en pos de un cambio.  No basta con pensar y hablar sobre este punto, sino que es necesario iniciar acciones que den validez a estos pensamientos y palabras (PS 1938, 2).

Cuando hablamos de acciones concretas nos referimos a aquellas que están basadas en un fundamento valido lo cual se puede encontrar en una filosofía de vida humanista.  La causa del desorden social y de los muchos acontecimientos trágicos que hemos estado viendo finca en que las personas han sido atrapadas por una línea de pensamiento que olvida dar importancia primordial al ser humano (NRH 4, 264).  Es por ello, que el pueblo necesita adoptar una visión diferente en la que pueda hacerse relucir la validez del potencial de cada uno, lo cual se evidencia en el respeto a la dignidad de la vida.

La dignidad de la vida es un criterio universal y absoluto…  El universo entero y cuanto el contiene es algo vivo que tiene dignidad. Las partes inanimadas e inorgánicas de la naturaleza tienen dignidad. Hay dignidad en la tierra, el aire, las rocas, los manantiales, los ríos, los mares.  Si los seres humanos violamos la dignidad de estas cosas, violamos también nuestra propia dignidad... La fuerza vital que penetra todas las cosas, tanto animadas como inanimadas mantiene una magnifica armonía en todo el mundo de la naturaleza. El propio hombre no es más que una parte de ese mundo y al dañarlo el mismo se daña.  El budismo ve toda la naturaleza, a decir verdad, todo el universo como una inmensa fuerza vital… La dignidad de la vida no tiene equivalente alguno: nada puede sustituirla.  Hoy la gente exige una multitud de valores, cada cual aspira a desarrollar su propio sistema de valores. Aunque esta tendencia puede aceptarse, me parece que aun admitiendo el mérito de la variedad debemos también buscar un concepto de valor en sí que sirva como fundamento común a muchas clases de valores. Sin ese fundamento común no podría existir la cooperación y la confianza mutua entre los hombres.  En última instancia creo que el valor del hombre y la dignidad de la vida llenan los requisitos de este fundamento común (Escoge la Vida/NE 221, 2).

El respeto a la dignidad de la vida es la respuesta que buscamos para el logro de una sociedad pacífica.  Por ello, es importante cultivarla para el desarrollo de nuestra sociedad.  A fin de que el respeto a la dignidad de la vida se convierta en una base firme y significativa de otros emprendimientos, es necesario que en todo el mundo la gente lo sienta y experimente de manera palpable, como un modo de vida.  Con el objeto de lograr esa meta el Dr. Daisaku Ikeda, en su propuesta de paz del año 2013 enviada a las Naciones Unidas, propone los siguientes tres compromisos como pautas para la acción:
·         La determinación de compartir las alegrías y los sufrimientos de los demás.
·         La fe en las posibilidades ilimitadas de la vida.
·         El juramento de defender y celebrar la diversidad.

El compartir las alegrías y los sufrimientos de los demás es un acto al cual todos estamos siempre invitados mediante el ya conocido discurso de la empatía.  Pero, ¿tiene la empatía un significado más profundo que el simple hecho de “ponerse en los zapatos del otro”?  Sobre este punto el Dr. Daisaku Ikeda cita en su novela La Nueva Revolución Humana: La empatía genuina va más allá del simple acto de compartir las aflicciones de los demás y lamentarse junto con ellos.  No se queda en meras palabras de simpatía y de consuelo.  Los que se involucran verdaderamente actúan con arrojo y fortaleza para encontrar el modo de ayudar a mitigar el dolor ajeno.  Son dueños de una valentía basada en la más profunda misericordia de una fe y una convicción inconmovibles (NRH Vol. 4, 258).  Es cuando nos encontramos en situaciones de sufrimiento ajeno que podemos poner de manifiesto esta cualidad que es inherente a nuestra vida y hacer algo por recuperar la dignidad de las personas que están sufriendo.

De acuerdo al gran historiador Arnold Toynbee, la naturaleza humana tiene dignidad, pero su dignidad nunca es completa, sino que es precaria.  Un ser humano se dignifica en la medida en que es desinteresado, altruista, compasivo, amoroso y devoto con otros seres humanos y el universo.  Y es indigno en la medida en que se entregue a su codicia y agresividad (Escoge la Vida/NE 221, 43).   La dignidad de la vida existe como tal en cada ser humano, sin embargo, el hacerla relucir depende de las acciones que realizamos en el diario vivir.  Porque la dignidad de la vida no está separada de las inevitables tribulaciones de la existencia humana; debemos relacionarnos activamente con los demás, compartir sus sufrimientos y esforzarnos hasta la última gota de nuestra energía, si deseamos abrir el camino hacia la auténtica felicidad para nosotros y para los demás (Propuesta de Paz 2013, 17).

Este  hecho de cultivar la dignidad de la vida con acciones concretas no solo transforma nuestra vida, sino que nos lleva a poder transformar nuestra sociedad.  Cuando hablamos de sociedad es inevitable pensar que la misma está compuesta por personas de toda índole.  Muchas de ellas nos pueden parecer indignas, pero al respecto, el budismo enseña lo contrario.  El buda Shakyamuni nos enseñó una parábola que ilustra este punto cuando se refiere a la historia del bodhisattva Jamás Despreciar.  El bodhisattva Jamás Despreciar reverenciaba respetuosamente la naturaleza de Buda inherente a cada ser humano y recitaba el 'Sutra del loto de los veinticuatro caracteres'.  Activamente iba al encuentro de los demás, aunque los viera a la distancia, e iniciaba un diálogo sincero.  Sin embargo, había personas arrogantes que respondían con ira y se burlaban de él, pero él nunca abandonó su práctica de respetar a los demás.  Valientemente iba al encuentro de la gente arrogante que despreciaba a los demás.  Nunca se daba por vencido.  Siempre seguía esforzándose. En suma, tenía una enorme perseverancia.  Sus actos no son los de alguien pasivo.  Su conducta encarna el supremo respeto a los semejantes y la más noble conducta que pueda tener un ser humano" (Website oficial de la Soka Gakkai Internacional).

Como se puede apreciar en la descripción del bodhisattva Jamás Despreciar, éste no reparaba en mostrar su reverencia ante cualquier persona, sea cual fuere su condición.  La clave de este comportamiento radica en su profunda comprensión de la Budeidad inherente que posee cada ser humano.  Asimismo, se puede afirmar que el comportamiento del boddhisattva Jamás Despreciar es el que encarna un sincero y genuino cultivo por la dignidad de la vida.  Esto nos lleva a referirnos a la segunda pauta indicada para el logro de una sociedad pacífica, es decir, la fe en las posibilidades ilimitadas de la vida, en otras palabras, la convicción de que en la vida de cada ser humano existe un potencial infinito que ha de ser descubierto y cultivado.

Muchas veces tendemos a sentirnos estancados y sin salida por las circunstancias del presente, sin embargo, es importante reconocer que las decisiones que tomemos en este preciso momento pueden ser un nuevo punto de partida para una verdadera victoria.  El buda Shakyamuni explicaba que la relación entre la causa y el efecto no es inmutable, es decir, esta puede cambiar; que nuestras acciones y actitudes en el momento presente se convierten en nuevas causas que pueden originar resultados completamente diferentes,  es por esa razón que el verdadero valor de una persona se ve en sus acciones del momento (Propuesta de Paz 2013, 20).  Es de vital importancia que comprendamos este punto, ya que sólo siendo capaces de entender nuestro propio potencial podremos comprender el potencial de todas las personas en nuestro entorno.  El hecho de reconocer este concepto es crucial para poder emprender las acciones concretas que nos conllevarán al cultivo de nuestra dignidad en las inter-relaciones con los demás de nuestro diario vivir.  Es así como el tomar conciencia de la dignidad propia nos conduce a accionar por el cultivo de la dignidad de los demás.

La tarea de tomar conciencia de la dignidad de uno mismo y la del entorno ha de estar basada en una visión llena de esperanza.  No tiene importancia como ha sido nuestra vida hasta este momento: el instante en que tomamos conciencia de nuestro valor original y determinamos cambiar las realidades presentes, es cuando comenzamos a brillar con la luz de la esperanza… Sólo cuando la esperanza se experimenta día tras día, como “la llegada de la primavera”, podemos obtener logros al cultivar pacientemente, con alegría y orgullo, las simientes de la posibilidad.  Únicamente entonces seremos capaces de tener un impacto positivo en quienes nos rodean, mediante nuestra transformación interior, y de trabajar de manera sostenida para mejorar la sociedad (Propuesta de Paz 2013, 22-23).

La esperanza, al igual que la empatía, es una actitud de determinación que ha de estar acompañada de la acción.  Sin embargo, ¿qué sucede cuando nuestras acciones no van en concordancia con las de los demás?  Es usual vernos involucrados en circunstancias en las cuales nuestras ideas, formas de actuar, pensar y vivir difieren mucho de las personas que son incluso cercanas a nosotros.  Al respecto, puede que tendamos a hallar dichas circunstancias como frustraciones que generen propensión al conflicto.  Las diferencias suelen ser mal vistas, y es por eso que incluso se busca evitarlas. Al respecto, el Dr. Daisaku Ikeda manifiesta una perspectiva distinta: sostiene que es gracias a la diversidad de identidades que siempre existe la posibilidad de encontrar una forma de intercambio humano de persona a persona en el que haya puntos de coincidencia y resonancia recíproca (Propuesta de Paz 2013, 27).  En otras palabras, sí es posible descubrir mucho de uno mismo en lo que consideramos distinto, y ese descubrimiento sólo puede darse cuando nos inter-relacionamos con personas de puntos de vista diferentes.  He aquí el gran significado e importancia de la tercera pauta que se refiere a defender y celebrar la diversidad y la pluralidad de nuestras identidades.

No se trata de rehuir de o crear juicios contra quienes poseen diferentes formas de pensar a las nuestras, si no que muy por el contrario, debemos aprender a buscar la riqueza justamente en los intercambios que tengamos con personas distintas a nosotros.  Por ejemplo, uno siempre puede crear valor en diálogos en los que se intente resaltar las convicciones y motivaciones individuales –la riqueza de la personalidad– del interlocutor.  A través de este diálogo genuino es que se generan amistades valiosas entre personas que difieren en su visión de la verdad.  El Dr. Ikeda recalca que es precisamente gracias a esas diferencias que el mundo se humaniza a través del diálogo y que la rica diversidad de la vida resplandece en toda su gloria.  Esa es, por sobre todo lo demás, la clase de amistad, establecida por un intercambio de corazón a corazón (Propuesta de Paz 2013, 28).

Una amistad que tenga el poder de desarrollar una radiante cultura de paz poseerá, en lo profundo, la capacidad de hacernos disfrutar mutuamente de nuestra existencia, como seres humanos que viven juntos en este planeta, así como la determinación de proteger, a toda costa y más allá de cualquier diferencia, la dignidad inherente a la vida de cada uno de nosotros (Propuesta de Paz 2013, 28).  Es por ello que debemos enfrentar con alegría y esperanza las circunstancias que aparezcan difíciles debido a las diferencias, ya que son éstas las que nos abrirán el camino hacia un nuevo descubrimiento del propio yo y del ser humano en sí.

Estas tres pautas pueden resumirse en el compromiso por cultivar la dignidad de la vida a través de tomar acciones concretas considerando estos tres puntos en nuestro actuar:
·         El amor compasivo que jamás abandona a los demás a su sufrimiento.
·         La sabiduría de percibir la igualdad y el potencial de la vida.
·         La valentía de convertir nuestras diferencias en el ímpetu para crecer y elevar nuestra humanidad.

Tomar conciencia de la necesidad del cultivo de la dignidad de la vida a través de poner en práctica estas tres pautas conllevará que la vida de cada uno se comprometa al desarrollo de una firme solidaridad, la cual es el camino para el desarrollo de nuestra sociedad.

Monday, December 3, 2012

El Significado del Gohonzon y la Iluminación

Ésta es una composición postergada que se encontraba en mi lista de borradores. Por allá en el mes de mayo, hace ya 7 semanas apróximadamente, cuando me hallaba a mí misma atravesando un duro sufrimiento del cual se me hacía difícil sobreponerme, pues me encontraba a su vez en un arduo estudio del Budismo, el cual me llevó a crear este blog. Uno de los temas que quería explicar era el significado del Gohonzon, muy en mis propias palabras...

Ayer, en una charla, escuchaba uno de los mejores consejos: "Escriban TODO". Con lo que me gusta escribir, ¿por qué había dejado de hacerlo por tanto tiempo? Y en realidad ya lo había vuelto a retomar hace poco... Como suele sucedernos a nosotros los [disque]poetas aficionados que cuando de pronto llegan esos amores locos que sólo nosotros los apasionados entendemos, pues nos ponemos a escribir pura poesía inspirados en aquel que tomamos por musa o semi-dios. Y fue así que mis apasionadas composiciones secretas han estado despertando nuevamente en mí este vicio mío de escribir. Alegramente le hice click en el borrador que decía "Significado del Gohonzon", y me encuentro con que había escrito nada más una línea:

"Todo lo que llega a tu vida es un regalo"
 
De que esto tiene que ver con el significado de Gohonzon, pues sí, tiene mucho, todo que ver. Pero mi "decepción" iba por el lado de que realmente esperaba haber escrito más! Pero definitivamente esa única línea tiene un gran signifcado. Muchos probablemente ya lo habràn escuchado. Y yo recuerdo claramente cuando en una reuniòn de entrega de Gohonzon decían lo siguiente: "Cuando yo recibí Gohonzon me dijeron que nunca me olvidara de dos cosas:
 
1. El Gohonzon es el mejor regalo que puedes recibir en tu vida.
2. Por lo tanto, a partir de este momento que ya tienes Gohonzon, todo, absolutamente todo lo que llega a tu vida es un regalo."
 
Esas palabras quedaron grabadas en mi corazón y jamás las olvidaré. Pero los deseosos de aprender sobre el Budismo necesitan que me deje de rodeos, y realmente explique ¿Qué es el Gohonzon?
Todo practicante del Budismo del Sutra de Loto de Nichiren Daishonin cuenta con un Gohonzon. En términos linguísticos "gohonzon" significa objeto de máximo respeto o veneración. ¿Y en qué consiste este objeto? Es un pergamino que lleva escrito con tinta sumi la vida del Buda Nichiren Daishonin, la cual es un reflejo de la verdad del Sutra de Loto. Es al Gohonzon a lo que nos dirigimos para realizar nuestras oraciones. ¿Y por qué orarle a un pergamino que tiene escrito la vida de un Buda? Porque es la vida del Buda Nichiren Daishonin, quien a través de su iluminación, su vida entera, su comprensión y explicación del Sutra de Loto, marcó un hito en la historia de la humanidad al postular que todos los seres humanos, sin excepción alguna, tenían la posibilidad de llegar a la budeidad.
 
A mucha gente, sobre todo en Occidente, le parece rarísimo que exista alguien que le ore a un pergamino. ¿Por qué no simplemente orar como lo hacen los cristianos, digamos, al cielo, pensando en Dios, etc.? ¿Cuál es la diferencia entre entonar Nam-Myoho-Renge-Kyo al Gohonzon y entonarlo simplemente a solas? ¿Puede un pergamino tener un super poder? Una vez más, el pergamino es una representación de la vida del Buda, y, ADICIONALMENTE, es la representación de MI PROPIA VIDA. En otras palabras, al entonar la oración frente al Gohonzon hago de la vida del Buda Nichiren Daishonin mi propia vida, lo que es similar a decir que mi vida la convierto en la del Buda Nichiren. En otras palabras, así yo me convierto en Buda; es decir, yo logro la budeidad, o la iluminación.
 
Pero es necesario agregar que el Gohonzon siendo el objeto de devoción al cual dirigimos nuestras oraciones es un mandala, es decir, una representación del universo. Las enseñanzas del Sutra de Loto manifiestan precisamente eso, la verdad del universo, y como se acaba de decir, la vida de Nichiren Daishonin manifiesta el Sutra de Loto. Es precisamente en ese punto que existe una suprema importancia.  Es decir, en el hecho de que Nichiren Daishonin haya dejado escrita su vida como el mandala y objeto de devoción.  Nichiren siempre dijo: "yo soy un ser común y corriente, hijo de una familia chandala (muy pobre, de pescadores)"; y también: "Precisamente en la talla y el cuerpo que Ud. posee, logrará alcanzar la Budeidad".  El Daishonin, como ser humano común y corriente demostró que el logro de su Budeidad significaba el logro de la Budeidad de todos los seres humanos. Asimismo, al dejar su vida escrita en términos del Sutra de Loto, al fusionar ambos hechos, resaltaba la enseñanza misma de que cada ser posee dentro de sí la misma fuerza y potencial que es capaz de regir el universo entero. Es por ello que cuando se entona Nam-Myoho-Renge-Kyo frente al Gohonzon, se logra hacer emerger una gran fuerza y sabiduría inimaginables.
 
Resumiendo, orar al Gohonzon significa afirmar: Mi vida es la vida de Nichiren Daishonin; yo tengo la fuerza para lograr la budeidad así como lo hizo el Buda Nichiren; tengo esa misma fuerza que es Myoho, que es la fuerza que rige el Universo, y por ello puedo hacer que mi vida sea un UNO con el resto de cada micro y macrocosmos del universo; es decir, puedo conectarme en armonía con todos los seres del universo y con el universo en sí (he aquí el significado de lograr la budeidad).  Por lo tanto, de ese modo puedo alcanzar la budeidad, la iluminación, o felicidad absoluta. ¿Còmo entonces atreverme a decir en algún momento que no soy feliz si tengo el objeto que me permite alcanzar la felicidad absoluta?
 
Es por ello que es imposible despreciar algo, dejar de tomarlo como si fuera un verdadero regalo, si tengo un Gohonzon, al cual lo que necesito hacer es sentarme frente a él y orar Nam-Myoho-Renge-Kyo con fe para lograr hacer emerger esa fuerza y armonizarme con la misma fuerza del universo entero.  Es por ello que después de recibir el regalo más hermoso que es el Gohonzon, todo lo que llega a nuestra vida es un regalo. Ahora, es bien cierto que los regalos pueden venir con envolturas no muy agradables, pero no dejan de ser regalos! Los regalos pueden tener apariencias raras, pueden venir con cara de problemas y dificultades, de enfermedad, de decepción, pero no dejan de ser regalos! Cuando crees, como yo, que tienes la oportunidad de armonizar tu vida con el resto del universo, no hay motivo por el cual, dejemos de apreciar cada cosa que llegue a nuestra  vida como un regalo. Y recibir cada instante de la vida como un regalo es vivir con gratitud, la forma más sublime de ser verdaderamente humano.

Monday, November 5, 2012

Diálogo

Hace tiempo que no escribo por aquí... Pero es hora de volver a hacerlo! Esta vez es un poema que escribí inspirada en los Encuentros Juveniles que se están realizando en el mes de Noviembre por la Soka Gakkai de Peru debido al 50º aniversario de la formalización del Budismo de Nichiren Daishonin como organización en el mismo país.  El tema a tratar de mi grupo es la importancia y la fuerza del diálogo. Espero que les guste!

(Aún no tiene título)


¿Qué mejor medio para el logro de la paz si no el diálogo?

El Diálogo. “Di-(a)-logo”

Dos logias

Un encuentro de dos

Un entrelazamiento de dos almas distintas

Una oportunidad para descubrirte

Una oportunidad para descubrirme a mí

La vía perfecta para la creación de esperanza

El camino a seguir para el cultivo de la verdadera amistad

Porque es a través de la palabra que cumplo mi misión con mi entorno

¿Sólo la palabra?

Es más que la palabra –¡es esa mirada!

Es ese brillo de los ojos donde veo tu corazón

En donde siento tu sinceridad, tu preocupación por mí

Es esa palmada en la espalda, es ese beso en la mejilla

Y es también ese abrazo musical que me das cuando me llamas para preguntarme cómo me está yendo, qué tal estuvo mi día…

¡El mundo pide a gritos esos encuentros!

Anhela esos diálogos

Los pide, los llama, pero lo hace en monólogos

Lo hace a través de apegos, de enfrentamientos…

Me asusto, no sé cómo reaccionar

No sé si salir, no sé si entrar

Yo también quiero diálogos, pero ya no puedo más

Estoy otra vez encerrada en mi monólogo

Como tú, como él, como ella, ¡como yo otra vez!

¡Como ellos! ¡Como nosotros!

Un momento.

¿Dije nosotros?

Sí. Nosotros

Nosotros.

¿Qué somos si no seres humanos?

Almas en busca de encuentros

Encuentros que nos llevarán a dimensiones más maravillosas

De ti y de mí

De tu potencial y de mi potencial

De nuestros potenciales elevados a la “potencia n”

Esa potencia que aprendíamos en el salón de clase

Cuando llevábamos matemáticas con el profesor aquel que no nos entendía

Y ahí, yo, desde mi pupitre, te decía…

Y tú sí me escuchabas

Y tú sí me entendías

¿Lo recuerdas?

¡¿Entonces por qué no volver a hacerlo?!

Eran solamente la sinceridad de mi frustración frente a la sinceridad  frente a la sinceridad de tu preocupación

Tan sinceras como la sinceridad de ahora

Como ese diálogo que empezamos a tener nuevamente ahora

Ese diálogo que yo inicié porque ya no tengo miedo

No tengo miedo porque soy un ser humano como tú

Y ambos tenemos algo idéntico, compartido

-EL CORAZÓN

¡Yo seguiré con mis diálogos de corazón!

¿Y tú?

Saturday, June 2, 2012

Gratitud

Hace una semana escuché este poema en inglés.  Es la composición de un amigo de la universidad Soka, una persona maravillosa que me enseñó la importancia de mantener un diario, de dialogar con uno mismo, de mantener un espíritu fuerte.  Por eso, a pesar de que la intención de este blog es publicar ensayos propios, en esta oportunidad publico la traducción al castellano del poema de Ryan Hayashi.  Él lo compuso para la recepción de padres, un día antes de la ceremonia de graduación de la promoción 2012 de la Universidad Soka de América.  La fuente de todo es la gratitud.

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Edad -18: Yo era un joven perdido

Sin  esperanza

Sin futuro

Edad -22: Un graduado de Soka

Un joven de Soka

El hijo de mis padres

El estudiante de mis maestros

Un joven –en este momento crucial

¿Qué vida más grandiosa

Podría haber pedido?



Tal vez podrían llamarme vanidoso, pero yo creo que Soka es la universidad más sensacional en el universo

Siglo tras siglo tras siglo –durante la historia de la humanidad –a través de todas las eras –todos los citios

¿Cuál podría ser un lugar más impresionante en donde hallarme a mí mismo?

¿Un lugar más maravilloso donde estudiar? ¿Que éste? ¿Que ahora?

En el siglo XXI

En una época en la que los Estados Unidos construye más cárceles que escuelas

Y en la que líderes manejan universidades como corporaciones financieras

Yo me gradúo de Soka

Me preguntan “¿Qué estás estudiando?

“Mi título es Artes Liberales.  Estoy estudiando las humanidades”

La respuesta inevitable es “¿qué tipo de trabajo puedes conseguir con eso?”

¿Qué tipo de trabajo? ¿Qué tipo de trabajo?

Lo siento, pero realmente no tengo tiempo para un trabajo –uno de 9am a 5pm

Estos días, estoy un poco ocupado tratando de encontrar

Mi vocación

Mi misión

Encontrar la razón por la que yo nací en este mundo dominado por el conflicto

Hacer algo significativo de los 80 años

Entre el tiempo en que emergí de la matriz de mi madre

Y el tiempo en que seré enterrado en el polvo de la madre que es Tierra

Lo siento, pero no tengo tiempo para depender mi vida en salarios y hundirme en deudas

Estoy un poco ocupado tratando de retribuir mis deudas de gratitud

A los benefactores que pagaron por mi educación

A mi maestro

A mi madre

A mi padre



¿Cuánto esfuerzo toma criar y cultivar un ser humano?

Dar a luz, dar comida, dar vestimenta, dar techo, dar dinero, dar amo, dar experiencia, dar educación, dar música, dar protección, dar sangre, dar sudor, dar lágrimas, dar, dar, dar, y dar

Gracias

Por darme un regalo indescriptible en palabras

Billones y billones y billones de dólares son más que una moneda de cinco centavos en el cofre de tesoros que he recibido



Soy una semilla que agradece la luz del sol y la brisa del agua

Un jardinero que trabaja duro en sus rodillas

Para fomentar el crecimiento de un grano del tamaño de un grano de arroz

Para crecer al tamaño del organismo mas grande en el planeta –un árbol de secoya

Los regalos que he recibido son tan profundos como el océano y tan vastos como el cielo

Pero trabajaré para retribuírselos hasta el día en que muera

Se los retribuiré 1000 veces más

Al expandir más semillas y dar a luz a más árboles

Porque sin acción, el aprecio es simplemente un sentimiento –una emoción sin alas con que volar en la brisa

Cómo puedes amar a la humanidad si no puedes apreciar a la madre y el padre que te dieron la luz?

Cómo puedes crear paz si no puedes apreciar la fuente de tu vida que es la Madre Tierra?



La fuente de la fuerza –es la gratitud

La fuente de la compasión –es la gratitud

La fuente del avance –es la gratitud

La fuente de una vida sin arrepentimientos –es la gratitud

El drama de mi vida es épico –porque estoy esforzándome al máximo por profundizar mi gratitud

Mi futuro es brillante –gracias a los increíbles esfuerzos de aquellos que me apoyaron a través del camino

Friday, May 18, 2012

Luz

"Quien enciende una lámpara para iluminar el camino de otro, ilumina su propio camino"

Recientemente no he podido escribir mucho por aquí porque estoy en la tan temida "semana de finales."  Tres ensayos para distintas clases están en trabajo en mi cabeza, junto a dos sobre budismo que están en proceso.  Por el momento, todos ellos aún en papel como "borradores," pero que pronto estarán siendo entregados y posteados, respectivamente.  Estos tiempos de mucho trabajo son los más desafiantes para mantener nuestra práctica budista, sobre todo la oración.  Sinceramente, es difícil mantener una abundante cantidad de daimoku cuando el tiempo parece no darse, pero lo importante es no dejar de entonar aunque sea unos minutos en la mañana y en la noche.  Tratar al máximo de poder hacer cuánto más daimoku sea posible.

No se suponía que postearía el día de hoy, ¿pero quién dice que no se pueden cambiar planes?  Ciertamente los tres ensayos siguen en proceso y hace falta tiempo para terminarlos, ¡pero ayer/hoy me pasaron cosas muy maravillosas que no podía dejar de contar!  Como ya mencioné anteriormente, estoy en una etapa de fortalecer mi fe más que nunca, y una de las cosas que el estudio del budismo me llevó a comprender claramente es algo muy bello: "Mi karma es mi misión."  El budismo de Nichiren Daishonin nos enseña que todos los sufrimientos que atravesamos han de ser transformados.  Se dice que el Nam-myoho-renge-kyo tiene el poder de convertir el veneno en medicina.  Es por eso que el practicante del budismo ha de tomar su sufrimiento (karma) como misión. Es decir, estar agradecidos por el sufrimiento o la dificultad por la que podamos estar atravesando en ese momento, porque debemos tener la seguridad de que eso no es más que una manera de forjarnos en la misión que tenemos que cumplir.  Hoy lo experimenté claramente.

Muy tarde llegué a mi cuarto después de estudiar.  Entré a facebook... y de pronto un "viejo amigo" con quien no conversaba hace (literalmente) años -hasta ayer- me saludó.  Yo estaba muy cansada, y sinceramente sin ganas de entretenerme mucho en "redes sociales."  Muy "al azar" me preguntó, "¿Qué es Mahayana?"  A lo que simplemente le respondí, "en el budismo existe la rama de hinayana y de mahayana, cuando tengamos mas tiempo podremos conversar más al respecto :) "  Nuevamente muy "al azar" me dice que está estancado en un proyecto... Entonces pensé, hey ¡està es una oportunidad de shakubuku! y traté de hacerlo de la manera màs sencilla posible que alguna vez lo hubiera hecho en mi vida.  Entonces le dije: "You know what?  No necesitamos esperar de más tiempo para que aprendas de budismo, ¡puedes empezar a aprenderlo ahora mismo!  Todo lo que tienes que hacer es recitar un mantra, NAM-MYOHO-RENGE-KYO, es algo que tienes que experimentar por ti mismo.  A mí me ayuda mucho, pero es algo que lo tienes que descubrir en ti, asi que una vez que lo hagas, luego con más tiempo tendremos oportunidad después de conversar sobre tu experiencia, si quieres compartirla conmigo."  Me dijo que lo intentaría y nos despedimos.

Unos segundos después llega mi amiga a mi cuarto.
-Hola, ¿Cómo estàs? -Ésta es una pregunta muy importante, y quizás no nos damos realmente cuenta de ello porque la hacemos tan mecánicamente.  Pero aún más importante es responder a esa pregunta con sinceridad, sobre todo si viene de alguien a quien nosotros queremos o en quien confiamos.
-I´m OK, me responde ella.  Le pregunto que ha estado haciendo en el día, y me doy cuenta que éste no fue uno bueno para ella.  Me empieza a contar de las cosas que la perturban, y pude darme cuenta que todas ellas no se debían más que a su inseguridad y falta de confianza en el Gohonzon.  Ambas estamos a punto de graduarnos, son sólo un par de días más que una semana, y llega el momento.  Siempre que estamos a punto de concretar algo importante en nuestras vidas, algo por lo que hemos estado luchando mucho, la negatividad nos invade.  Es el demonio del sexto cielo, la oscuridad fundamental.  Ella, de la que se trato de explicar anteriormente, la que nos hace negar nuestra budeidad y el poder del Gohonzon, es decir nuestro poder interior.

Alentar a otro es muy difícil.  Se necesita de coraje.  Lo sé porque así lo sentí al hablar con mi amiga.  Di el primer paso y empecé a hacerlo, a decirle lo que salía de mi corazón.  "Never doubt the power of the Gohonzon.  No dudes nunca del poder del Gohonzon.  Nunca dudes.  Nunca dudes."  Creo que poco a poco me fueron saliendo las palabras de lo que había estudiado, y lo que yo misma había experimentado.  Estoy tan agradecida con mi amiga por haber confiado en mí.  Por haberme enseñado que no hay nada de malo en llorar frente a un amigo y decirle "Hey, esto es lo que me pasa.  Me siento perdida, no sé que hacer."  Ella misma pudo darse cuenta que aquellos que lo consiguen todo fácilmente, nunca tienen palabras para alentar a un amigo, o no saben que hacer cuando están frente a alguien que está sufriendo.  Traté de compartir con ella lo que había aprendido, que su sufrimiento se convertiría en su misión, y que no debía dejarse vencer por él.  Somos jóvenes y es nuestra etapa de aprender más, y quizás por eso de pasar por momentos más duros, pero justamente todo ello significa que nos etamos haciendo más fuertes.  La victoria no consiste en ganar, sino, en no ser vencido.  La consigna de Kaneko Ikeda es: "No siempre se puede triunfar, pero jamás seré derrotada."  Me sentí tan contenta de poder alentar a mi amiga, sobre todo porque pude darme cuetna de lo difícil que fue hacerlo, pero luego de lo maravilloso que es cuando sale del corazón y la misericordia.  Me agradeció, yo volví a mi cuarto, la dejé en el suyo pensando.

Volví a chequear mi computador.  Un momento, ¿recuerdan que me acababa de despedir de otra conversacion (una virtual)?  Sí, ¡yo también me había olvidado!
-"No sé cómo debería haber funcionado lo que me enseñaste, lo importante es que me ´desatasque´ y pude resolver la primera parte del proyecto que me tenía en problemas. Gracias"
-WHAT?
No pude evitar saltar de alegría.  Los que han enseñado el budismo a otros, pueden comprender la indescriptiblemente maravillosa sensación que se tiene cuando esa persona a quien le enseñaste te dice que pude ver los resultados de su oración.  Una vez escuché de un cura que la soledad no es más que el egoísmo.  ¿Por qué sentirnos solos cuando tenemos a tanta gente a nuestro alrededor?" Lo que pasa es que nos atascamos en nosotros mismos, y no queremos ver más allá.  Pero caundo nos damos cuenta de que somos parte de todo lo que nos rodea y no podemos quedarnos encerrados en nosotros, podemos ver que hay tanto por contribuir y por vivir con alegría.  Después de reflexionar un poco, me di cuenta que todo ese tiempo que yo estaba tratando de darle ánimos a mi amiga, era el mismo tiempo que mi amigo había estado entonando daimoku (Nam-myoho-renge-kyo).  Sentí como si místicamente el hubiera estado escuchando lo que le decía yo a mi amiga, y eso le ayudó a mantener su oración...

Eso era lo que quería compartir (:  Soy una "escritora lenta" y creo que escribir en un diario me ha ayudado a darme cuenta que me gusta escribir, y es algo que quiero siempre hacer.  Como en este blog, que me alegra saber que hay gente que lo visita; o los ensayos que escribo para la universidad, que a veces no parecen tan entretenidos, pero he aprendido a disfrutarlos más; los "proshectos" :) que tengo en mente para continuar escribiendo, que pueden sonar tan descabellados como una obra teatral en cierto contexto peruano y basada en cierta obra de Euripides... ETC.

Pude escuchar a mi amiga entonando Nam-myoho-renge-kyo después de que la dejé auto-reflexionando.  No existe mayor felicidad que el ver que somos parte de la felicidad de otros.  La verdadera felicidad es la luz que irradia desde dentro de uno mismo y sobrepasa, aún más allá, y alcanza a todo y todos los que nos rodean.